LA COLONIA CONTINUA: PLEBISCITO INUTIL
21.11.2012 09:15
LIBRE DETERMINACIÓN BORICUA Y SOLIDARIDAD INTERNACIONAL
Por: Nelson W. Canals, Sociólogo y Jurista
El pasado 6 de noviembre del 2012 se celebró en Puerto Rico otro plebiscito no vinculante, inefectivo y espurio. Estas consultas de opinión se han celebrado en cuatro ocasiones, en 1967, en 1993, en 1998 y ahora, en 2012. Ninguna de las consultas anteriores tuvo efecto descolonizador alguno. La de ahora tampoco lo tendrá, porque adolece de un vicio de diseño que impide el ejercicio democrático de la libre determinación de los Boricuas. El preguntarle al país si acepta o no el status de sumisión actual violan el primer artículo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos firmado por Estados Unidos de América (EUA), en 1993.
La Potencia Interventora, EUA, viene obligada a respetar y promover el derecho a la libre determinación de aquellos territorios bajo su jurisdicción, incluyendo aquellos, que aunque hayan logrado algún grado de autonomía, no han alcanzado la independencia. La Resolución XV 14 de 1960 de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que es la Carta Magna de la descolonización, aplica a todos los países coloniales y aquellos que no han alcanzado su independencia. Por tanto, la Resolución de la ONU y el Pacto Internacional, firmado por EUA, aplican a Puerto Rico. Es violatorio del derecho internacional, el preguntarle a un pueblo que no ha alcanzado su independencia, si quiere continuar con su estatus colonial. Esa pregunta le falta el respeto al pueblo víctima del coloniaje y lo induce a la ignominia.
La consulta se dividió en dos preguntas, la primera se refiere a si los boricuas quieren o no continuar con la presente relación con Estados Unidos de América (EUA). Un 54% votaron que no, sin embargo, aunque algunos celebran esa contestación como un triunfo anticolonial, se olvidan que en el plebiscito de 1998 la mayoría votó por la opción que rechazaba todas las supuestas fórmulas de status. O sea, que en éste “NO” pueden estar incluidas mil y una razones para estar disgustado con el régimen y no necesariamente con su condición colonial. En este caso, la pregunta es ambigua y la contestación lo es más.
En la segunda pregunta se incluyen tres opciones de estatus a escoger, la independencia, la estadidad y el Estado Libre Asociado Soberano. La independencia logró 72, 396 votos y la estadidad (anexión) logró 800,181 votos y el Estado Libre Asociado Soberano logró 435,896 votos. Si embargo, el Partido Popular Democrático, fundador y defensor del régimen actual llamó a dejar en blanco la papeleta sobre la segunda pregunta. Aducen los líderes de ese partido, que la formula del Estado Libre Asociado (ELA), que así denominan la relación actual con EUA, no fue incluida por los promotores del plebiscito. El llamado resultó en 467,563 papeletas en blanco, lo que significa un apoyo tácito al ELA actual.
Los seguidores de la estadidad ya han reclamado que lograron una mayoría a favor de la estadidad. Nada más lejos de la verdad. Los números nos indican, que aunque los anexionistas lograron un triunfo relativo no lograron la mayoría que reclaman. Si sumamos los votos por el ELA Soberano con los del ELA actual tenemos 903,459 votos y si a esos le añadimos los 72,396 por la independencia, hay una sólida mayoría de 975, 845 votos contra la estadidad que como indicamos arriba obtuvo 800,181.
De todas maneras, el pasado evento plebiscitario ha sido un ejercicio en la futilidad. Aún más, los resultados de estas consultas no obligan a nadie ya que se dan dentro del marco de la ilegalidad colonial y dependen de la determinación de quienes ostentan el poder definitivo dentro de ese marco, ídem, el Presidente de EUA. Es a él a quién corresponde contestar la pregunta: ¿QUIERE ESTADOS UNIDOS CONTINUAR USURPANDO LA SOBERANÍA SOBRE EL PUEBLO PUERTORRIQUEÑO? ¿Quieren los Estados Unidos afianzar la imagen de que no acata la legislación internacional y que no cumple con los tratados que firma?
Sr. Presidente, por favor, no conteste con la condescendiente expresión, “politically correct”, de que el gobierno de EUA hará lo que el Pueblo de Puerto Rico decida. Si en verdad quieren que el pueblo decida, entonces comiencen por “disoccupy’’ nuestro territorio nacional, invadido y ocupado militarmente desde 1898. ¿Cómo pueden pretender los que ostentan el poder militar, económico y político que un pueblo invadido y ocupado, pueda escoger libremente su destino? En acuerdo con el derecho internacional, el poder interventor ha de traspasar todos los poderes usurpados, para que entonces, el pueblo pueda ejercer su derecho humano fundamental a la libre determinación y soberanía. Y no solo se refiere a poderes políticos y civiles, también, tienen que resarcir el daño económico. Como gesto de buena voluntad, comience Sr. Presidente, con devolver los recaudos de aduanas que se han apropiado por más de 114 años y también revoque la ley de cabotaje que no solo ha estrangulado nuestro comercio exterior, sino que también, ha permitido que las navieras estadounidenses esquilmen al pueblo puertorriqueño con tarifas adulteradas.
Por otro lado, los poderosos medios de comunicación de Estados Unidos, han difundido por el mundo la mentira de que el pueblo de Puerto Rico votó por la anexión. Algunos líderes en el mundo puede creerse esa patraña por conveniencia o por ignorancia pero ninguno está exento de conocer la verdad. La verdad es que Puerto Rico es una colonia de EUA desde que la invadieron y ocuparon militarmente, y los boricuas nunca ha ejercido su derecho humano fundamental a la libre determinación. Además, es verdad, que las Naciones Unidas han declarado que el colonialismo, en todas sus formas, constituye un crimen contra la humanidad.
Los Boricuas estamos dando la batalla, prácticamente solos, contra el país más poderoso del mundo. Solicitamos, con humildad y agradecimiento la solidaridad indispensable para poner fin al colonialismo en le suelo de Borinken. Cordialmente, invitamos a los interesados en conocer más sobre la condición colonial de Puerto Rico y la lucha por su libre determinación y soberanía.
ncanals@coqui.net