3- Ponencia ante el Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas: ESTADO NACIONAL SOBERANO DE BORINKEN
PRESENTACIÓN ANTE EL COMITÉ ESPECIAL PARA LA DESCOLONIZACIÓN DE LA ORGANIZACIÓN DE NACIONES UNIDAS A NOMBRE DEL ESTADO NACIONAL SOBERANO DE BORINKEN, SOLICITANDO MEDIACIÓN DE ESTE COMITÉ ANTE EL SECRETARIO GENERAL DE LA ONU CON EL PROPÓSITO DE QUE SE NOS RECONOZCA, POR LA ASAMBLEA GENERAL,
STATUS DE ESTADO OBSERVADOR.
DISTINGUIDOS PRESIDENTE Y MIEMBROS DEL COMITÉ ESPECIAL PARA LA DESCOLONIZACIÓN
Mi nombre es Ramón Nenadich y estoy aquí en representación del Estado Nacional Soberano de Borinken y como Jefe de Estado del Gobierno Provisional.
Bajo el dominio colonial del imperio estadounidense, nuestro pueblo ha sufrido del más brutal racismo, de crímenes contra la paz, la humaidad y crímenes de guerra perpetrados por ese gobierno y las fuerzas coloniales que operan bajo sus órdenes. Estos han cometido crímenes de genocidio y etnocidio contra nuestro pueblo, según lo reconoce la Convención contra el Genocidio de 1948. Asimismo, hemos sido sometidos a un régimen de “apartheid”, de acuerdo con la Convención contra el Apartheid de 1973. El gobierno de los Estados Unidos ha violado sistemáticamente nuestro derecho a la libre-determinación, según lo establece la Carta de Naciones Unidas y la Convención sobre Derechos Humanos de la ONU de 1966. Nuestro país se encuentra sometido, desde hace casi 115 años, a una ocupación militar ilegal por parte de las fuerzas represivas y militares de los Estados Unidos.
El gobierno imperial estadounidense ha creado y mantenido un gobierno colonial que responde a sus intereses particulares y al cual mantiene bajo fuertes controles militares, policiales y administrativos. De hecho, el gobierno de los Estados Unidos controla y domina más de 25 áreas de la vida pública de nuestro pueblo.
Además, el gobierno de los Estados Unidos ha sumido a nuestro pueblo en una grave crisis existencial que va desde la debacle económica, debido a la inmisericorde explotación a la que nos ha sometido, hasta convertirnos en un centro de operaciones del narcotráfico internacional, consecuencia ésta de estar atados al mayor consumidor de drogas del mundo. Como producto de esto, el gobierno colonial se encuentra al borde de ser un narco-estado. La responsabilidad mayor de esta grave situación, recae en el gobierno estadounidense. No obstante, ellos se excudan diciéndonos que si no fuera por ellos, estaríamos en una crisis mucho más grave. Esta no es nada más que la vieja historia de los colonizadores, la cual aduce que sin ellos los colonizados no pueden vivir.
El pasado noviembre se llevó a cabo un plebiscito fatulo, en el cual las fuerzas políticas internas se envolvieron en una borrachera colonial, con el fin de tratar de adelantar sus respectivas causas fracasadas. El único dato relevante que puede reconocerse como de cierto valor histórico, fue el hecho de que la inmensa mayoría de los participantes, en esa trampa colonial, votó en contra de mantener la actual relación de subordinación política con los Estados Unidos. Hoy día, el gobierno de ese país, ya no puede alegar que en el 1952, nuestro pueblo consintió al colonialismo. Cosa que nunca ocurrió, porque en aquel entonces el pueblo se encontraba bajo la ocupación de más de 15 mil tropas de las fuerzas armadas estadounidenses. Esto nada más era y es intimidante.
Nosotros, el Gobierno Provisional del Estado Nacional Soberano de Borinken, no reconocemos ese plebisicito como uno legítimo y no reconoceremos ninguna forma de descolonización que no sea el retiro inmediato de todas las fuerzas y agencias de los Estados Unidos sobre nuestro territorio nacional. Después de eso, entonces, estableceremos los procedimientos adecuados para determinar nuestros futuro en libertad y soberanía, y nuestras relaciones con los Estados Unidos.
Recientemente, el Secretario General de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, señaló: “Ya es tiempo para una nueva forma completa de diálogo sobre la descolonización. Nosotros ya no tenemos el lujo de tolerar más retórica y rituales.” En este sentido, el Estado Nacional Soberano de Borinken ha declarado de manera unilateral nuestra libertad y soberanía, por lo que no reconocemos la legalidad ni la legitimidad tanto del gobierno imperialista de los Estados Unidos sobre nosotros, ni tampoco la legalidad ni la legitimidad del gobierno colonial, quien sólo es un sirviente fiel del primero. Sin embargo, estamos en la mejor disposición de establecer un diálogo formal con la potencia ocupante, a los fines de determinar las formas de su retiro definitivo de nuestra patria.
Tiempo atrás los taínos poseían el título auténtico de propiedad sobre la isla de Borikén, a la que los españoles llamaron Puerto Rico, y otras adyacentes. Por lo tanto, era un pueblo soberano. Los taínos nunca rindieron su soberanía a la Corona española. Con el devenir, los taínos se mezclaron con los africanos que fueron traídos como esclavos y con los españoles pobres que se dedicaban a la labranza de la tierra. De esta unión, surgió la Nación Boricua, la cual ha persistido hasta hoy, con una composición genética predominantemente taína, formando un pueblo cuya identidad boricua es cada día más profunda. Durante los pasados 505 años, los y las boricuas hemos resistido a dos de los imperios más poderosos de la era moderna. En esos 5 siglos, nuestro pueblo nunca rindió su soberanía sobre nuestra tierra, ya que nuestra resistencia ha sido constante hasta el día de hoy. España nunca fue dueña de la isla de Borinken y las otras bajo la soberanía originaria taína.
A pesar de haber vivido bajo dos ocupaciones militares ilegales, la Nación Boricua ha mantenido su población, su propia cultura, su identidad, su presencia sobre nuestro territorio y su irrevocable arraigo a su tierra natal. Además, poseemos la capacidad de establecer tratados internacionales con otras naciones. En esta tierra, en la cual llevamos viviendo más de 1,500 años, han nacido y han muerto decenas de generaciones boricuas desde mucho tiempo antes de que llegaran, de manera indeseable, las tropas de asalto de las fuerzas armadas de los Estados Unidos, a quienes -de paso- nadie invitó a que invadieran nuestro territorio. Este gobierno alega que nuestra tierra le pertenece por virtud del Tratado de París de 1898, firmado con la Corona española.
Para todos los efectos, el Tratado de París de 1898 es nulo en derecho por cuatro razones fundamentales: porque España no podía ceder lo que no le pertenecía, porque nuestra nación boricua no fue parte de ese tratado y era una parte indispensable en cualquier asunto que se relacionara con su destino, porque a la sazón éramos una nación soberana bajo la ocupación ilegal de España y porque los Estados Unidos obligaron a la Corona española a firmar dicho tratado bajo amenaza de continuar la guerra contra ésta y arrebatarles las islas Canarias. Ningún tratado que se firme bajo amenaza es válido. Le solicitamos a este Comité que le exija al gobierno estadounidense que presente el documento legítimo de propiedad sobre nuestra tierra, cosa que sabemos no tiene.
Petición:
Por todo lo antes expuesto, solicitamos a este distinguido Comité, que le notifique al Secretario General Ban Ki-moon, nuestra petición para que se acepte al Estado Nacional Soberano de Borinken como un Estado Observador ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. Además, que se declare a los Estados Unidos en violación a la Carta de la ONU por mantener un estado de ocupación militar ilegal sobre nuestro territorio nacional y que se ordene su inmediata salida de nuestro territorio. Para esto, recabamos todo el apoyo de los gobiernos hermanos de nuestro continente y del mundo. Asimismo, apoyamos la solicitud del Gobierno Tradicional de la Nación Lakota para que también sea aceptado como un Estado Observador ante la ONU, ya que ese gobierno aún retiene el título original de propiedad sobre su territorio y su soberanía separada de la de los Estados Unidos de América, la que ha estado vigente desde tiempos inmemoriales. Además, exigimos al gobierno de los Estados Unidos la inmediata excarcelación de Oscar López Rivera.
Quedamos, pues, agradecidos por la oprtunidad que nos han dado de poder expresarnos ante este distinguido Comité y en espera de recibir noticias de parte de ustedes sobre esta petición que hemos sometido en el día de hoy.
Dr. Ramón Nenadich, Jefe de Estado del Gobierno Provisional del Estado Nacional Soberano de Borinken.
Apartado Postal 375211, Cayey, PR 00737
Tel. : (787) 955-3386 correo electrónco: naciónboricua@gmail.com